El alcohol sanitario es uno de esos productos que no pueden faltar en un hospital, clínica, consulta o en nuestra propia casa. Y es que es uno de los desinfectantes y antisépticos más seguros y utilizados del mundo. Pero, ¿sabemos de qué se trata? ¿Conocemos bien sus funciones?

Vamos a tratar de analizar de una forma correcta el alcohol sanitario. Comenzamos.

El alcohol sanitario se obtiene del etanol en un proceso químico que lo destila hasta alcanzar el 96% o el 70% según el producto que queramos fabricar. De esta manera se reduce drásticamente el agua y se obtiene un alcohol más puro, cuyas características antisépticas son esenciales para el producto final.

La diferencia entre una destilación u otra radica en la posibilidad de evitar daños en la piel cuando se use el alcohol. A más intensidad (96º), puede provocar irritaciones y es más rápida su evaporación en ambiente. Sin embargo, el alcohol de 70º, contiene más agua y es capaz de aguantar en superficie más tiempo. Además, su nivel de desinfección, aunque pueda parecer lo contrario es mayor, gracias a la mejor penetración y mantenimiento en superficie.

Otra de las cuestiones alrededor del alcohol son sus propiedades y el uso que le damos. ¿Vale para todo? ¿Incluso heridas abiertas? Si bien es cierto que su utilización durante cientos de años ha sido multifuncional, en la actualidad no se aplica a heridas que cursen con sangre o abiertas, por su efecto irritante y menor poder desinfectante al contacto con la sangre. Se recomienda el uso de la clorhexidina o povidona yodada.

Entonces, ¿cuál es el verdadero uso del alcohol? Pues sería el uso como desinfectante en piel sana o lo que es lo mismo, el alcohol es el antiséptico perfecto para desinfectar una zona de piel que vaya a ser expuesta a algún tratamiento, como por ejemplo, un pinchazo para extraer sangre o colocar una vía. Es esta y no otra la función sanitaria que realmente cumple hoy en día, lejos de otras más añejas o las que por desconocimiento se empleen en los hogares.

Hay que entender que la evolución de la desinfección, el conocimiento de los productos y el descubrimiento de nuevas formas antisépticas no resta propiedades al alcohol, al contrario, lo coloca en la escala y productividad adecuada para su uso correcto en cualquier circunstancia en la que debamos emplearlo. Sigue siendo el máximo exponente de la desinfección personal junto con el agua oxigenada, pero un correcto uso nos evitará problemas mayores del que queremos solucionar.

Por último, Mevesur dispone de toda una amplia gama de alcoholes, tanto en formato como en propiedades, destacando nuestro alcohol con benzalconio en su fórmula, aumentando justamente la única deficiencia que pudiera tener el alcohol contra las bacterias y es que este producto químico aumenta dichas propiedades y, por tanto, supone mayor efectividad en la lucha contra los agentes contaminantes en superficie.