La última gran lucha de los suministradores de material sanitario, pasado el momento de las mascarillas, es con los guantes de examen y quirúrgicos. Se acaban de convertir en el gran objetivo de los distribuidores por dos causas fundamentales: precio y stock.

Como ya pasara con las mascarillas o las batas, la fabricación de guantes y su distribución mundial se está demorando más de la cuenta y, bien sea por la necesidad imperiosa de que los hospitales estén abastecidos o bien sea porque la materia prima se ha ralentizado en producción, lo cierto es que hay una tremenda escasez y los precios cada vez son más altos, pero ¿sabemos realmente lo que se está distribuyendo en nuestros mercados? ¿Conocemos si se está pagando por productos que no reúnen las condiciones óptimas de calidad? Vamos a analizar las diferentes tipologías para salir de dudas.

El guante más conocido es el de examen. Es el que mayor uso tiene, fundamentalmente, porque es desechable y su práctica está muy extendida en cantidad de especialidades sanitarias, alimentación o industria por la alta protección que ofrecen contra múltiples elementos y agentes externos.

Los materiales más comunes de los que están hechos serían látex, vinilo y nitrilo. Veamos las diferencias.

  • El látex natural se extrae del caucho y su capacidad elástica ha sido la característica que le ha hecho perdurar en el tiempo a pesar de la alta capacidad alergénica que tiene. Su uso con talco para colocarse correctamente en las manos ha provocado una evolución hacia nuevas versiones que eviten las molestas irritaciones en la piel.
  • El vinilo es un material sintético que parte del cloruro de polivinilo. No contiene látex ni aceleradores químicos, pero es menos versátil que el nitrilo o látex. Tienen una gran capacidad permeable, más que el resto de materiales. Pueden contener polvo o no.
  • El nitrilo también es un material sintético parecido al látex pero sin los condicionantes alergénicos que el otro tiene. Es resistente a gran cantidad de contaminantes y, según su densidad, pueden ser de un solo uso o más, ya que su escasa porosidad permite su uso en industrias en contacto con productos peligrosos, como la química. Son, en el momento actual, el producto más comercializado y más extendido en uso.

El siguiente grupo de guantes se denomina "quirúrgico", puesto que su uso se realiza mayormente en procedimientos médicos y, más concretamente, para la protección del colectivo sanitario y el paciente en entornos susceptibles de contaminación y, por tanto, de una exigencia alta de esterilización. La particularidad de este producto es que vienen empaquetados por pares en sobres estériles. Son de un solo uso y su textura suele adaptarse al procedimiento especial al que esté destinado, requiriendo una mayor precisión dependiendo de la necesidad. Los materiales que se usan son idénticos al de examen, añadiendo variantes en sintéticos, como el neopreno o poliisopreno.

Hasta aquí las distintas tipologías de guantes y los materiales que podemos encontrar en el mercado. Desde la experiencia de Mevesur, recomendamos los productos de nuestro partner Cardinal Health, cuyos estándares de calidad son máximos en el campo del guante quirúrgico de uso sanitario.

Por último, una reflexión del actual panorama en la distribución. Los avatares vividos este año por la pandemia no nos tienen que cegar ante el hecho de que la monopolización del sector productivo del guante, algo así como pasa con el petróleo, ha encarecido los precios y la disponibilidad del mismo. De todos es conocida la dificultad que tenemos los distribuidores de proveernos de stock y la gran manipulación que se está produciendo en el sector. La variabilidad está totalmente injustificada puesto que la calidad no está asegurada ni pagando precios altos. Se cuelan productos de dudoso resultado y confiamos en que no haya consecuencias. Es un juego peligroso y, desde nuestra empresa, consideramos que hay que proteger a nuestros profesionales como es debido y denunciar el intrusismo, no caer en la tentación de la prisa y confiar en los verdaderos profesionales. Todos a una lograremos hacer desaparecer esta inflación y volveremos a la normalidad.

David Ortega Valiente es colegiado del ICAM y abogado ejerciente. Asesora a empresas en materia laboral, mercantil y fiscal.